La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales trae consigo numerosos cambios para las PYMES. Vamos a comentar en este artículo.
La reducción de jornada es una medida que actualmente se está negociando entre los representantes de las empresas y el Ministerio de Trabajo , y busca mejorar la conciliación laboral y la productividad, pero también supone un reto en términos de organización, costes y competitividad.
• ¿Qué efectos tendrá en la organización y en los costes?
En primer lugar, las empresas deberán revisar y adaptar sus calendarios laborales, establecer políticas precisas de control horario y conocer las alternativas legales para reorganizar la jornada.
Además, se prevé un incremento en los costes asociados a horas extra, primas por turnos o la contratación de personal adicional para cubrir las horas reducidas.
En algunos sectores, como la hostelería o la atención al cliente, encontrar un encaje de la nueva jornada puede ser más complejo. La demanda en estos sectores suele fluctuar según el día, la hora y la época del año, lo que dificulta la rigidez de una jornada laboral fija de 37, 5 horas.
La interacción directa con clientes requiere de personal disponible en el momento, lo que limita la flexibilidad en la distribución de la jornada.
• Riesgos para las PYMES
La reducción de la jornada implica la necesidad de contar con más personal para cubrir las horas no trabajadas, lo que puede aumentar los costes salariales y de gestión.
Por otro lado, la escasez de mano de obra en algunos sectores puede dificultar la contratación del personal adicional necesario.
Por último, la atención a picos de demanda o la cobertura de bajas puede requerir más horas extras, lo que aumenta los costes laborales.
• Oportunidades para las PYMES
La reducción de la jornada puede contribuir a mejorar la conciliación laboral y familiar de los trabajadores, lo que a su vez puede aumentar su satisfacción y motivación. Esto puede ser un factor atractivo para atraer y retener talento, especialmente entre los jóvenes profesionales y puede conducir a un aumento de la productividad a largo plazo.
En caso de alcanzarse un acuerdo, es importante que las PYMES comiencen a planificar y adaptar sus procesos internos a la nueva jornada lo antes posible. Es fundamental mantener una comunicación transparente con los trabajadores durante todo el proceso de adaptación.